viernes, 21 de octubre de 2011

Noticiario


El apertura de Nueva Zelanda, quien se lesionó en el Captain's Run previo al partido ante Canadá, dijo que fueron muy difíciles los primeros días tras saber que se perdería el resto del Mundial y que hasta quiso olvidar todo. Pero recapacitó, ya superó el mal trago y, aunque aún tiene bronca, está para apoyar a sus compañeros desde afuera.
"La ira se arrastra un poco", explicó Dan Carter, quien fue operado por la lesión en la ingle en Melbourne. "Estaba destruido y no quería saber nada del Mundial, pero cinco o seis días después me di cuenta de que el RWC (Rugby World Cup) está en mi país y que debo sacarle el máximo provecho, como todo el mundo", explicó.
Cabe destacar que el apertura ha estado de vuelta en el campamento de Nueva Zelanda y le ofreció asesoramiento a Aaron Cruden, quien tomó la 10 tras su lesión y la de Colin Slade.
"Es una situación emocionante. Estamos en una final contra Francia, nuestro gran enemigo en este momento en los mundiales", resaltó. "Es un equipo peligroso cuando se encuentra con la espalda en la pared. Hay que esperar lo inesperado y los franceses son los mejores para sorprender", explicó.
Carter, además, habló de la situación que le toca vivir por estos días. "Sentado ahí, estoy muy nervioso. La verdad, no soy un muy buen espectador. Es un momento realmente difícil cuando veo a los chicos en la cancha. Tengo la sensación de no tener el control, y estoy tan acostumbrado a estar ahí, en el campo, tratando de hacer la diferencia", finalizó.

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